lunes, 20 de junio de 2011

La Huéspeda

Sin comerlo ni beberlo
nos han encerrado en el Cuarto Oscuro
-¡la vida!-
(¡Qué cuarto de hora tan pequeño!)
¡Qué cuarto tan pequeño sin ventanas!

El mío tiene dos puertas eso sí,
una cerrada
-¿Y sólo Dios sabe dónde está la llave!-
y la otra de par en par...



Por ella entra y sale la fulana de la angustia...
la dejé entrar en casa,
y me pidió quedarse,
me pilló en mal momento,
y la di manta y todo.
Vino para una noche,
y ya va a hacer dos años;
empezó a meter muebles,
y a adularme los versos...
Otras veces intenta matarme con su vino,
o con su droga barata de tristeza...

¡Voy a hacerlo!
¡Quiero deshacerme de ella...!
El abogado dice que tengo derecho,
que ha pasado el período...
y que ha metido muebles...
y sigo con la Huéspeda.
La zorra de la angustia
anoche llegó mala...
¿Y cómo voy a echarla
si me vino preñada de esperanza?



                                                          Gloria Fuertes